La Gran Logia Simbólica Española (GLSE) es la principal organización masónica mixta y adogmática de España. Nuestra Gran Logia considera que la creencia en una verdad revelada es una libertad del individuo, que puede creer o no creer. La GLSE no hace distinción de género, raza o credo. Cualquier librepensador puede iniciarse y desarrollar su vida masónica en plena igualdad de derechos y obligaciones.
Nuestra Gran Logia es iniciática y simbólica, parte fundamental del método masónico, que busca el crecimiento de la persona por medio del trabajo simbólico, siendo su objetivo que dicho trabajo reporte en el bien de la humanidad. Trabajamos tanto hacia los individuos como hacia la sociedad, en la incansable búsqueda del perfeccionamiento. Tenemos como principios la tolerancia mutua, el respeto a los demás y a uno mismo, y la absoluta libertad de conciencia. La GLSE nunca adopta posicionamientos políticos o religiosos; deseamos que en el seno de nuestra organización masónica exista la mayor pluralidad de opiniones, con el objetivo de facilitar su debate y discusión, en la diversidad y respeto. Nuestra divisa es libertad, igualdad y fraternidad.
La Gran Logia Simbólica Española está presente en la mayoría de las capitales del estado. Somos reconocidos como Obediencia masónica por las grandes organizaciones liberales de Europa y de otros continentes. Participamos activamente en diversos foros internacionales. Buscamos activamente difundir el conocimiento que adquirimos con nuestro trabajo.
Libertad, palabra manida, desvirtuada que esconde todos sus secretos al mundo profano. Tal Libertad existe. Esta primigenia Libertad no está reñida con el determinismo, ni con el libre albedrío, pues tal Libertad opera en otra dimensión. La Libertad no se vende, no se ata con cadenas, ni se recorta con leyes. La Libertad no se constriñe con promesas. La Libertad no se apresa, no se aniquila, no se vende, no se compra. La Libertad, no es artefacto, no es un convencionalismo, no existe como base para el establecimiento de ningún sistema moral. Orbita en otro plano, en un espacio sagrado. Es Libertad porque no está condicionada por un cuerpo físico, ni por emociones, sensaciones o incluso sentimientos. Tampoco está constreñida por la mente porque allí se está exento de pensamientos. Allí el Silencio reina en él; es solo Presencia. No existe la ausencia de Libertad, no existe condicionamiento en este lugar, “se es” y punto.
Dos cosas no pueden ser Iguales entre sí, porque si fueran exactamente iguales serían la misma cosa y por tanto serían Una y no dos. Siguiendo este razonamiento, y atendiendo a la definición exacta de Igualdad, ¿existe un lugar o situación en el que todos seamos iguales? Solo existe un lugar en el que todos somos Uno. Y es el lugar en el que el Uno es lo único que existe. Ello es lo mismo para todos, es el lugar o no-lugar en el que los espejismos se desvanecen y todos somos clara y exclusivamente Uno, el lugar en el que se era, se es y se será.
La Fraternidad, tercer punto del Triángulo, debe ser entendida en este sentido como la relación (parentesco) que une dos o más elementos con un Origen Creador común. Por tanto, es el reconocimiento absoluto de que todo lo existente proviene de una misma Fuente. Es la compresión de que esa naturaleza común implica que el perfeccionamiento de uno mismo está íntimamente vinculado al perfeccionamiento del prójimo a través de la convivencia, el respeto, la tolerancia y la compresión, puesto que todos somos, en cuanto Humanidad Una, Hermanos.
La Francmasonería ofrece la oportunidad de la reflexión serena, del cuestionamiento personal y de la mejora moral.
Pero no ofrece ninguna respuesta. Ningún dogma. ¿Por qué ser masón entonces? Quizá para tener la ocasión de plantearse preguntas en un contexto fraternal, en un espacio de seguridad. Ser masón es apostar por el progreso y la mejora personal, a pesar de los cuestionamientos y preguntas. O precisamente por ellos.
No hay un único motivo por el que ser masón. Cada masón o masona tiene el suyo propio. Seguramente cada masón daría respuestas diferentes, hablará de motivaciones distintas por las que ser masón. Y eso ocurre porque, precisamente, no tenemos la piedra filosofal ni somos poseedores de la verdad. Cada masón o masona, cada piedra, esconde su propia verdad.
Quizás, en mayor o menor medida, todos los francmasones compartimos el hecho sincero de la búsqueda. Somos buscadores, a través de la reflexión, de la verdad; estamos en permanente búsqueda, en continuo viaje. ¿Por qué ser masón? ¿Para qué? Para profundizar en el viaje, para compartir la búsqueda con otros, para hacer del mundo un lugar mejor, siendo conscientes de que el mundo comienza dentro de uno mismo.
La francmasonería o masonería se considera a sí misma una institución filantrópica. Es de carácter iniciático. La Real Academia Española la define como una sociedad que solo fue secreta en sus orígenes.
Principios Generales de la Constitución de la Gran Logia Simbólica Española, a cuyo espíritu se tiene que ajustar el resto del articulado de nuestra Constitución.
Ritos y símbolos han sido utilizados por el ser humano desde la prehistoria y seguimos utilizándolos hoy en día, por su capacidad para albergar gran cantidad de significados, evocaciones, imágenes y reflexiones diversas, que en muchos casos trascienden el pensamiento puramente discursivo.